Leo García/Coatza Hoy
Dicen por ahí que el amigo Marcelo Ebrard no se ha dado cuenta que se encuentra en arenas movedizas, y entre más se mueve, más se hunde. “Intentar ser candidato de la 4T por imposición del Tribunal Electoral no es una movida muy inteligente que digamos”, opina el periodista Manuel Hernández Borbolla. “Deja más en claro su distancia del lopezobradorismo”, el que tanto lo ha consentido y le ha dado jugada en retribución a mantenerse leal en trabajar sin chistar, pero ya sacó el cobre.
Ahora impugnó el proceso interno de Morena para seleccionar a la o el candidato presidencial, en el que resultó ganadora Claudia Sheinbuam el pasado miércoles 6 de septiembre. A pesar de que su derrota está marcada por una enorme ventaja de puntos que le sacó la ex jefa de gobierno, casi el doble, el ex cansiller está encaprichado en ser el elegido sin importar el daño que haga a su partido.
Aunque la denuncia de Ebrard es ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, se ve muy poco probable que proceda a no ser que la lleve al TEPJF. Pero ya ni el senador Gerardo Noroña a quien le quedan más los actos de irreverencia ha hecho algo para trapear con las elecciones internas de Morena, es más fue el más sorprendido con una alta puntuación a su favor.
Tal vez Ebrard debería pensar con cabeza fría lo que hoy hace, dejar que todo fluya y seguir construyendo una imagen de lealtad porque hasta ahora está metiendo la pata con su desesperación de querer ser presidente solo por creer que ya le toca.
