El proyecto de Ley recibió todos los votos a favor en el Congreso de ese país donde los índices de ataques sexuales a mujeres y niños han aumentado. Ojalá que en México nuestros diputados vayan pensando en replicar este castigo ejemplar.
La cámara baja del Parlamento de Pakistán ha aprobado un proyecto de ley que contempla la castración química de aquellas personas condenadas en varias ocasiones por violación, ante el aumento de los casos de violencia sexual en el país asiático.
El proyecto, que ya recibió la aprobación del Gobierno y del presidente, Arif Alvi, busca enmendar el Código Penal y contempla la creación de tribunales especiales para acelerar los procedimientos contra los condenados por violación. Así, recoge que “la castración químicas es un proceso contemplado por las normas establecidas por el primer ministro en el que una persona queda incapacitada para mantener relaciones sexuales durante un periodo de su vida que sería determinado por el tribunal a través de la administración de medicamentos que deben ser prescritas por un comité médico”.
El proyecto ha sido aprobado en medio de la oposición del senador Mushtaq Ahmed, miembro de Jamaat-e-Islami, quien ha dicho que se trata de una medida “antiislámica” y “contraria a la sharia”. Así, ha defendido que los condenados deben ser ahorcados en público y no castrados. El primer ministro paquistaní, Imran Jan, se ha mostrado favorable al proyecto y ha abogado por “crear un ambiente seguro para los ciudadanos”, mientras que fuentes citadas por la cadena de televisión paquistaní Geo TV han señalado que varios ministros se mostraron en su lugar favorables a la pena de muerte.
Las denuncias han aumentado también por los numerosos casos de violaciones contra menores de edad en el país. La ministra de Derechos Humanos paquistaní, Shirin Mazari, apuntó en noviembre de 2020 a la existencia de “un modo de pensar bestial” que “sigue arrasando con la sociedad”. Sin embargo, Rimmel Mohydin, de Amnistía Internacional, resaltó en diciembre de 2020 que “las castraciones químicas forzosas violarían las obligaciones internacionales y constitucionales de Pakistán para prohibir la tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes”.
Con información de 20 Minutos