Coatza Hoy/Coatzacoalcos, Ver.
No tenían nombre oficial aunque en Google Maps aparecían como “Taquería El Manguito”, pero se les conocía más como “Los tacos del cinema 2000” de Coatzacoalcos.
Alguna vez hablamos brevemente con don Antonio quien junto a su esposa iniciaron la taquería. En esa ocasión nos contó que llegaron a este puerto desde la Ciudad de México en los años 80, cuando se instalaron en esa esquina de Ignacio Aldama y Miguel Hidalgo, justo dos semanas antes de que abriera el Cinema 2000, el cual cerró en febrero de 2005 para años después ser ocupado por una iglesia cristiana.
Aunque la tradición de echarse unos buenos tacos de tripa, asada o longaniza, después de una buena película se terminó, el negocio de don Antonio continuó por casi 20 años más bajo el frondoso árbol de mango.
Hubo un tiempo en que exhibían su deliciosa salsa verde hecha con mucho ajo en un molcajete gigante, pero luego por la pandemia decidieron quitarla y dosificarla. Sin embargo nunca cambió el sabor de sus tacos, de los cuales los de tripa que dejaban en su punto exacto, eran los mejores de todo Coatzacoalcos, porque además estaban bien servidos.
La espera para poder disfrutar de esos tacos con su salsa, cilantro, cebolla, rábano y la Coca Cola de vidrio, era breve, se esmeraban mucho en que debían ser rápidos.
Tristemente a la fecha en que escribimos esta nota, 30 de septiembre de 2024, llevan poco más de un mes que no se ponen con su carrito. No es que uno sea depresivo pero la esquina se ve triste, porque el puesto era lo que iluminaba ese lugar que recibía a los comensales más exigentes y donde sin bronca alguna podías cenar con la familia sin ser molestado ni nada.
No sabemos qué sucedió con ellos pero es una lástima que no estén porque para haberse tomado unas vacaciones ha pasado suficiente tiempo; no queremos pensar que le haya pasado algo a don Antonio, pero ya es una persona de edad avanzada. Ojalá que estén bien y solo se haya jubilado luego de casi 40 años de deleitarnos con sus ricos tacos, aunque es raro que los jóvenes que se hacían cargo del negocio no lo continuaran.