Por Leo García
No soy de series koreanas o coreanas, su temática generalizada de zombies y ataques tóxicos contra cuestiones románticas que escapan de la realidad, tenían bloqueado ese material de mi cuenta en Netflix. Pero un día de esos que también te cansas de la línea de contenidos occidentales llamó mi atención un título en especial: “Mask Girl”. Al principio en los segundos donde esperas descubrir que es un bodrio coreano de romantiqueces, ¡zas! , quedas atrapado en una historia facinante y actual no solo en ese país, sino en todo el mundo, donde estilos de vidas de personajes se enlazan con el abuso de la tecnología, sí tal como hoy muchos pasan horas soñándose en contenidos de TikTok o Instagram, mientras ellos hacen dinero con interacciones pagadas.
“Másk Girl” es una pequeña joya coreana de lo dramático que va de subida en la plataforma streaming, historia que se humedece en la narrativa de la manga japonesa, sin hacer referencia alguna en su presentación, más que en la combinación de historias inmersivas, algo atractivo y oscuro donde presentan personajes tan reales como cercanos a nosotros, o acaso ¿somos uno de ellos? Para finalizar “Mask Girl” es una serie coreana que no debes perderte, aunque desbloquees ese nivel en tu cuenta donde estalla todo el rosa coreano. No exagero, Mask Girl está muy chingona. Por cierto no es una serie para menores de edad, hay sangre y cosas que pueden ser perturbadoras.
Sinopsis:
La historia gira en torno a Kim Mo Mi, una trabajadora de oficina común y corriente que solía soñar con actuar en un escenario bajo luces brillantes. A medida que envejece, se considera “fea”, pero se enorgullece de su atractivo físico. Después de su jornada laboral, se convierte en “Mask Girl” y transmite en vivo con una máscara en su rostro. Sin embargo, un día se ve involucrada en un caso inesperado que cambiará su vida.
Su compañero de trabajo, Joo Oh Nam, tiene un complejo de inferioridad debido a su apariencia. Es un apasionado seguidor de Mask Girl y descubre que en realidad Kim Mo Mi es la persona detrás de la máscara. Enamorado de ella, se encuentra atrapado en una serie de eventos inesperados junto a Kim Mo Mi.
La serie se desarrolla en diferentes momentos de la vida de Kim, lo que implica que varias actrices interpreten su papel a lo largo de la historia.
Lo fascinante de “Mask Girl” es cómo evoluciona a lo largo de los episodios. Comienza con risas y una trama aparentemente absurda, pero luego se sumerge en temas más oscuros como la obsesión, los estándares de belleza como algo enfermizo y la muerte.
Esta serie se aleja un poco de los típicos K-dramas de comedia, al abordar temas más oscuros, incluyendo la verdad detrás de los acosadores de las celebridades en las redes sociales y cómo esto puede afectar sus vidas, en este caso, ambas partes.
La narrativa te sumerge gradualmente en la historia de cada personaje principal. Comenzamos con Kim y su conflicto con la belleza y su vida, luego nos enfocamos en su fan número uno y cómo se ve envuelto en eventos relacionados con Mask Girl. Posteriormente, aparecen otros personajes que parecen irrelevantes al principio pero que luego desencadenan giros sorprendentes en la trama.
Desde el punto de vista cinematográfico, la serie mantiene un ritmo constante que evita que te aburras. Aunque tiene partes un tanto exageradas, esto es algo típico de los K-dramas.
Lo más destacado de esta historia son los siete episodios que abordan temas como la belleza, la fama, los celos, el acoso, la violencia de género, y el impacto de las redes sociales y el streaming. Socialmente la belleza se vuelve algo obsesionante entre todos, querer vivir y vernos igual que una o un artista del momento, ser más joven, más alto, más guapa, sintiendo un vacío social al no tener eso que creemos que nos hace falta y que las redes sociales se encargan de recordarte y reforzarte una constante comparación.
La versatilidad de géneros en la historia la hace difícil de clasificar en uno solo. El desarrollo de personajes, los momentos absurdos y las conclusiones hacen que “Mask Girl” sea una serie que puedes devorar en poco tiempo y sin querer que se acabe rápido.