No lo nieguen que muchos y muchas se llevan el teléfono celular al baño para no aburrirse mientras sucede el acto fisiológico. En ese lugar se pueden pasar hasta media hora y no se levantarán hasta que las piernas se les estén durmiendo. ¡Pero aguas! ha pasado que en WhatsApp con las funciones de mensaje de voz y videollamada juntos a un solo toque, algunos sorpresivamente han iniciado la transmisión de video en los momentos más inoportunos, no les vaya a pasar eso cuando estén en el trono.
Pero este artículo no trata de ese riesgo, sino del que implica el contacto con las bacterias que se pasan de tu trasero a tu celular, ese que crees que por pasarle un pañito o tallarlo en tu ropa ya está limpio de todo mal.
Las investigaciones han variado sobre cuántos gérmenes se arrastran en un teléfono celular promedio, pero un estudio por la Universidad de Michigan encontró más de 17,000 copias de genes bacterianos en los teléfonos de estudiantes de secundaria. Científicos de la Universidad de Arizona también han descubierto que los teléfonos celulares contienen 10 veces más bacterias que la dona del WC, esa donde te sientas.
Por eso tampoco es bueno que forres tu taza con esas fundas tejidas de la abuelita porque se convierten en foco de infección.
Afortunadamente, existen formas sencillas de evitar algunos gérmenes. En conclusión uno de los peores lugares para usar el teléfono es el baño. Cuando los inodoros descargan, propagan gérmenes por todas partes, que es la forma en que los teléfonos terminan con bacterias fecales como E. coli. “Llevar un teléfono celular al baño y luego salir con él es como entrar, no lavarse las manos y luego volver a salir”, dice un investigador del tema por la Universidad de Michigan. “Es el mismo nivel de exposición bacteriana”, concluyó.
La recomendación es no llevarlo al baño, así evitas hasta que se caiga dentro del WC. Lo otro es comprar un líquido para limpiar los dispositivos y desinfectarlos sin dañarlos. Así cuando te lo lleves al baño al menos tendrás con qué limpiarlo al salir.