Se ha asociado con trastornos del comportamiento como agresión e hiperactividad, adicción a drogas, abortos recurrentes, diabetes, enfermedad arterial coronaria y toxicidad hepática (Park, 2017)
Encontramos este aviso en muchos productos, principalmente plásticos y probablemente no entendemos su significado. BPA son siglas en inglés de Bisfenol A, probablemente uno de los compuestos sintéticos más ampliamente usados en el mundo, en la manufactura de plásticos de policarbonato y resinas epoxi (estas últimas se utilizan para recubrimientos metálicos, equipos electrónicos, pinturas y otros).
Este químico, además de ser utilizado para los plásticos usados al empacar alimentos, bebidas y productos de almacenaje, también se utiliza como parte del material interno de enlatados. Algunos estudios científicos han demostrado que los alimentos absorben parte de este BPA detectándose en el feto y placenta (Jalal, 2017).
¿Qué efectos tiene el BPA en nuestra salud?
Los efectos adversos son principalmente atribuidos a su actividad estrogénica por la que pueden alterar la función reproductiva afectando las gónadas en niños. Se ha asociado con trastornos del comportamiento como agresión e hiperactividad, adicción a drogas, abortos recurrentes, diabetes, enfermedad arterial coronaria y toxicidad hepática (Park, 2017).
En el año 2003 se alertó sobre el alto contenido de BPA en biberones e inicia la regulación en distintos países que actualmente evitan su uso. Desde entonces, la mayoría de utensilios para bebés (chupetes, vasos, biberones, empaques de fórmula) se han modificado evitando el uso de este químico.
Hoy sabemos que es probable que casi todos tengamos rastros de BPA en nuestro organismo, pues además de los alimentos como principal fuente de adquirirlo también el aire y el agua son canales de transmisión.
La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) nos asegura que hasta ahora es segura la cantidad de BPA en empacados pero nos sugiere algunas medidas para reducir la absorción:
• Prefiera productos plásticos que señalen estar libres de BPA.
• No caliente alimentos en envases plásticos que contengan BPA.
• Utilizar menos enlatados y más alimentos frescos o congelados.
De aquí la importancia de reforzar la reducción de alimentos procesados y estimular el mayor consumo de alimentos cuya manipulación pueda ser clara y conocida.
Con información de Diario Libre