El actor Eugenio Derbez parodió en su programa a este simpático personaje de la televisión ochentera.
AP/Estados Unidos
El artista que acercó la pintura a la gente, con obras terminadas para los espectadores del canal PBS en menos de media hora, con poco más que un pincel de cerdas grandes, una espátula y mucho estímulo, ciertamente no habría imaginado que una de sus obras fuera puesta a la venta por casi 10 millones de dólares.
Pero ese es el precio que pide una galería de Minneapolis por “A Walk in the Woods” (“Un paseo por el bosque”), la primera de más de 400 pinturas que Ross produjo al aire para su serie de televisión “The Joy of Painting”.
Bob Ross era conocido por su enfoque sin pretensiones a la pintura, pero ahora la pintura que completó en su primer episodio en 1983 alcanzó una cifra estratosférica. “Es en la primera temporada, el episodio “uno”, que esa obra se convirtió en la tarjeta de presentación de Bob Ross” ante los televidentes, dijo Ryan Nelson, propietario de la galería Modern Artifact, sobre el trabajo creado en el debut del programa, que se emitió el 11 de enero de 1983.
Nelson, que creció en un pueblo pequeño, dijo que conoció el arte a través de la exposición de Ross y que ama sus pinturas. No espera una venta rápida dado el alto precio de venta, que ve como una oportunidad para exhibir la pintura ante un público más amplio.
En esa primera exposición en la que pintó “Un paseo por el bosque”, Ross, luciendo su espesa barba completa y camisa desabrochada, enfatizó que pintar no tenía por qué ser pretencioso.
“Hemos evitado pintar durante tanto tiempo porque creo que toda nuestra vida nos han dicho que tienes que ir a la escuela la mitad de tu vida, tal vez incluso tener que ser bendecido por Miguel Ángel al nacer, para poder pintar un cuadro. ”, dijo Ross. “Y aquí queremos mostrarles que eso no es cierto. Que puedes pintar un cuadro”.
Ross, quien murió en 1995, fue el anfitrión del programa desde 1983 hasta 1994. En cada episodio, hablaba directamente con los espectadores a quienes animaba a pintar con él mientras creaba escenas idealizadas de arroyos respaldados por montañas, cascadas y cabañas y molinos rústicos. Todo hecho muy rápido.