A parte de afectar el emblemático e histórico campo de fútbol de la escuela secundaria y de bachilleres “Miguel Alemán González, se debe investigar quién está haciendo negocio con la instalación de una antena de transmisiones que incluso, ps uede causar la molestia de los padres de familia por la idea de que las radiaciones pueden dañar la salud.
Coatzacoalcos/Agencias
El Lem. Jorge Manuel Ordaz Toledo, es un director de papel o promotor incansable del negocio.
Las grandes hazañas de encuentro entre maestros y alumnos, solo quedarán en recuerdo, va a ser difícil utilizar ese campo recreativo, por un bienestar económico de directivos rapaces.
De esa escuela, exalumnos han trascendido en puestos empresariales, educativos, culturales, en diputaciones locales y federales, hasta senadores de la república.
Desafortunadamente, se toman decisiones al vapor, sin consensar a alumnos, maestros, personal administrativo, padres de familiar y a la sociedad en general, esa estructura metálica rompe con el diseño y reglamentos establecido para una institución educativa.
Es inaudito que el H. ayuntamiento de Coatzacoalcos, a través de obras públicas municipales hayan dado los permisos para su edificación y/o no saben nada de eso.
Recordemos que en la poca lucidez que tuvo Iván Hillman Chapoy, cuando fue presidente municipal en los años 2005-2007, mandó a reparar la barda perimetral del campo de fútbol, por la avenida Quevedo, cuando menos hizo algo por ‘alma mater’.
El hoy, presidente municipal Amado Jesús Cruz Malpica, también egresado de ese plantel del saber, debe tomar cartas en este asunto.
No se puede cambiar el uso de suelo para la instalación de esa antena, es una entidad educativa, puede ser un peligro para los alumnos.
¿Qué propósito tendrá esa antena?
¿Quién se beneficia de este negocio?
¿El campo será remodelado o ajustado para otro proyecto?
¿Quién autorizó la instalación?
¿Quién dio los permisos?
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