Un joven porteño quien había recibido de su padre la información sobre el misterioso espejismo, que junta la línea del horizonte con el cielo, captó el momento en que las embarcaciones frente a Coatzacoalcos parecían estar suspendidos sobre el mar
Por Coatza Hoy
Este fenómeno óptico que pocos han logrado observar , pues así como casi no miramos el cielo, así mismo sucede con el mar al que no prestamos tanta atención como a los bellos atardeceres que luego se vuelven tendencia en las redes sociales locales. Sin embargo este jueves un joven miró desde la ventana de su escuela y logró capturarlo con su teléfono.
“Hoy en la mañana se hizo el efecto de los barcos flotantes “Efecto Fata Morgana “ ( la foto la tomo mi hijo desde el balcón de su Colegio que sabía acerca de esta ilusión optica ), disfrútenlo”, compartió el usuario de Facebook, Mario Rodríguez, en el grupo Eres de Coatza sí… donde comparten momentos cotidianos del puerto de ayer y hoy.
¿PERO CÓMO SE PRODUCE ESTE EFECTO?
El sitio “Ciencia para llevar” del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, explica lo siguiente sobre este espejismo.
Lo que realmente vemos no es una alucinación ni una ilusión óptica, sino un espejismo, una visión real que se produce por la confluencia de varios factores. Hoy tenemos una explicación científica sobre esta anomalía, pero antiguamente marineros y navegantes sentían pánico cuando veían estas imágenes en alta mar, pues las atribuían a maldiciones o hechizos. Estos espejismos distorsionan la apariencia de los objetos situados en el horizonte, que son proyectados como si flotaran.
El fenómeno del que hablamos se conoce como ‘fata morgana’, una denominación que procede del latín y significa hada Morgana, en alusión a la hermana del legendario rey Arturo, que según la leyenda era un hada cambiante. El espejismo, frecuente en el estrecho de Mesina, hace que las personas vean cosas donde no las hay debido a la existencia de distintas capas de aire con densidades diferentes. Como resultado, los rayos de luz se refractan, pero quien ve el espejismo no percibe esas diferentes capas, y de ahí el desconcierto.
Con información de Ciencia para llevar y 20 minutos.es