Por Coatza Hoy
No es agradable salir a cenar con la familia o los amigos y estar con un ojo a la comida y otro a quiénes entran o rodean tu mesa. La sensación de inseguridad regresa.
Si no la debes, si no andas en algo ilícito no deberías temer al comer en una mesa de una negociación, pero el riesgo de que asalten el lugar o que le disparen al de junto, es algo con lo que otra vez se come en Coatzacoalcos.
Ayer por la noche en el negocio conocido como “El Webas” que está en Justo Sierra, esquina Quevedo de la colonia Guadalupe Victoria, a unas cuadras del malecón costero, cuando más lleno estaba por quienes disfrutaban de las ricas alitas que ahí sirven, unos tipos llegaron y rompieron el ambiente disparando contra uno de los comensales a quién sus amigos sacaron del lugar para hospitalizarlo, pero este falleció por los impactos recibidos.
Las autoridades no han informado del posible móvil de esa ejecución, no se sabe si les debía algo a sus ejecutores, lo que preocupa es el riesgo que vuelve a correr la ciudadanía de Coatzacoalcos al sentarse en una mesa esperando que no lleguen sujetos a disparar y en una de esas les toque una bala. Esto le pega duro a los negocios locales, porque la gente deja de llegar.
¿ULTRAJES A LA AUTORIDAD?
Por otra parte no sabemos si la Síndica del Ayuntamiento, Ana Bertha Hernández Aguilar, quien tiene entre sus comisiones los asuntos relacionados con la Policía, esté pensando o gestionando algo para que los ciudadanos se sientan seguros al acudir a un restaurant, porque la policía no es para cuidar tiendas Oxxo ni tiendas Bama, ellos deben pagar la seguridad. Tampoco la SSP ni la Guardia Nacional es para estar llevando a ciudadanos inocentes acusados de “Ultrajes a la autoridad” o estar molestando a los que trabajan en la modalidad de “mandaditos”.
Por cierto, tras los dos últimos episodios de abuso policíaco uno por parte de la SSP y otro por la Guardia Nacional, ni una autoridad que nos gobierna ha hecho una declaración de revisar lo sucedido para saber si estuvieron en lo correcto o fue uso excesivo de la fuerza policíaca.
Ojalá que la tranquilidad que se empezaba a vivir en la ciudad no se caiga, que este gobierno la defienda y nos defienda.