Por Coatza Hoy
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez ya tiene una broncota con Ricardo Monreal Ávila quien lo acusa de hacer detenciones fabricadas, como para que su propia Policía Estatal demuestre a la ciudadanía que es cierto lo que afirma el senador de la república, que en Veracruz se sigue violentando los principios del debido proceso y presunción de inocencia.
Ayer por la tarde, un joven que se autoemplea con su motocicleta en la modalidad de “mandaditos” fue detenido y hostigado, presuntamente por Policías Estatales, quienes aun cuando él se identificó, como declaró a dos medios de comunicación, le arrebataron su teléfono celular, luego él se los quitó para finalmente ser detenido por “ultrajes a la autoridad”. Entrevistado por un reportero de Liberal del Sur y Sureste Sur a la salida de la cárcel preventiva de Palma Sola, dijo que pagó 2,200 pesos para que lo liberaran o de lo contrario pasaría 36 horas en esa triste cárcel preventiva que años atrás fue reclusorio.
Se pasan, les destapan la comida
Respaldado por varios de sus compañeros que hacen mandaditos en sus motos, denunciaron ser víctimas de los policías porque les detienen constantemente para revisarles la caja transportadora e incluso hasta les destapan la comida. Es cierto que hay mucho movimiento de motociclistas en la ciudad porque esta actividad prosperó con la pandemia, pero tampoco pueden pasársela deteniéndolos para ver si es un delincuente, y si acaso se trata de un operativo pues con identificarse o realizarles una breve revisión será suficiente, no tienen porqué pedirles el teléfono o pasarse de lanza si vieron que no es un maleante.
“Mandaditos”, ayúdense un poco
Sería muy bueno que quienes se dedican a este trabajo de forma independiente, también formen grupos, usen uniforme, personalicen sus cajas con un logotipo y número telefónico del servicio, pero sobre todo que transiten con sus unidades debidamente emplacadas, que no salgan si no traen sus papeles, esto podría ayudar a que los policías no los hostiguen en busca de algo o sólo porque se les cruzaron en su camino.
